La ansiedad es una respuesta normal que presenta el organismo en momentos en los que percibe peligro o miedo. Al experimentarla de manera moderada, puede ser una emoción sana que permite prepararse para reaccionar y actuar. Pero muchas veces se vuelve un problema y nos muestra un peligro que no es real, interfiere con las actividades diarias y nos dificulta disfrutar de la vida.
 
Se calcula que un 4% de la población mundial padece actualmente síntomas de ansiedad, lo que lo convierte en el más común de los problemas de salud mental.
Al respecto, Analía Leguizamón -psicóloga del Centro de Salud Mental Municipal Dr. Ramón Carrillo de Berazategui- explicó: “cuando hablamos de ansiedad nos referimos a inquietud, temor y desazón frente a situaciones, y a la falta de respuestas para enfrentar esos conflictos. Sin embargo -diferenció-, no necesariamente hablamos de ansiedad cuando nos sentimos mal con respecto a que no podemos hacer las cosas en los tiempos que tendríamos que hacerlo. Si ese temor o angustia nos impide tener una vida normal, como trabajar, relacionarnos bien con la pareja, hijos o amigos, ahí sí podemos estar en presencia de un trastorno de ansiedad”.
 
Esta afección puede presentarse de varias formas; a nivel mental, se caracteriza por la existencia de preocupación constante, cansancio, irritabilidad, dificultad atencional, bajo estado de ánimo e insomnio. Y en lo físico, por palpitaciones, sudoración, temblores, respiración acelerada, palidez, boca seca, tensión muscular, hormigueos en manos y pies, mareos, indigestión y/o diarrea.
 
En la vida diaria, se puede controlar la ansiedad a través de diferentes ejercicios: tomarse una pausa para centrar la atención en el presente; respirar lenta y profundamente para regular la frecuencia respiratoria y cardíaca; relajar progresivamente los músculos a través de movimientos de tensión y relajación; y cuestionar los pensamientos disruptivos para borrar sus imágenes distorsionadas de la realidad.
 
Si bien no hay forma de predecir con certeza qué puede llegar a causar que una persona tenga un trastorno de ansiedad, es posible tomar medidas preventivas que ayuden a reducir el impacto de los síntomas. Por ejemplo, participar en actividades que se disfruten y hagan sentir bien; tener una alimentación saludable; evitar el consumo de alcohol o drogas; y, principalmente, buscar ayuda pronto.
 
Ante consultas o dudas, los vecinos y vecinas pueden acercarse al Centro de Salud Mental Municipal Dr. Ramón Carrillo (avenida 14 e/ 131 y 132), de lunes a viernes de 13.00 a 14.00, y dejar sus datos para ser contactados por un profesional.

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